Para mí, un regalo es sinónimo de sorpresa. Sorprender a la otra persona de forma inesperada con algo que sepas que le puede gustar, ya sea en una fecha señalada o simplemente porque te apetece agasajarle.
Pero hoy en día, en una sociedad consumista en la que prácticamente tenemos de todo, es muy difícil sorprender a alguien sin que se imagine cual puede ser ese regalo con el simple hecho de tocarlo...
Para ello, lo mejor es dejarse llevar por la creatividad y pensar en lo que le gusta a la otra persona. Y de ahí surgió este regalo.
Porque, qué mejor regalo para un fumador que unos cigarrillos caseros y personalizados de chocolate?? Son más sanos, más ricos y hechos con infinito más cariño!!
Con la de veces que los habremos comido de pequeños hasta que la ley antitabaco los retiró del mercado.
Para mi, un regalo estupendo; ideal para los que quieren seguir con aquella tradición de los grandes eventos (bodas, bautizos, comuniones, comidas o cenas de empresa...) en los que se regalaban las minicajetillas o los puros; pero en este caso con un detalle en su interior mucho más dulce!!
xD
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